viernes, 17 de octubre de 2014

LA SOSPECHA.

Un hombre perdió su hacha, sospechó que el hijo de su vecino se la había robado. Creyó por lo que aquel decía, por sus acciones y por sus movimientos, que era el ladrón. Al día siguiente, al volver al trabajo encontró el hacha y, al regresar a casa, volvió a ver al hijo del vecino; ya no tenía el aspecto de haberle robado el hacha como creyó el día anterior. 

1 comentario:

  1. No debemos dejarnos llevar por los malos pensamientos; a veces estos reflejan como es uno mismo; el viejo dicho: "Se cree el ladrón que todos son de su misma condición".

    ResponderEliminar