F.M DE SAMANIEGO (adaptación).
Había una vez un trigal, por el cual merodeaba una codorniz, y ésta, al ver los granos de trigo, bajó a comer, con tal mala suerte que fue a caer entre las redes de una trampa que había puesto allí el amo del trigal.
Allí aprisionada, la codorniz se quejaba diciendo: "Pobre de mí, yo que antes era libre, que cantaba y volaba por los aires, que iba de acá para allá, ahora me encuentro aquí cautiva. He perdido mi nido, donde están mis hijitos, ¿quién los alimentará ahora? Lo he perdido todo. Y ahora me pregunto: ¿por qué tengo tanta desdicha? ¿por qué habré sido tan imprudente? Por un simple grano de trigo, estoy ahora aquí presa ¡qué caro me ha salido!
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