Dos ranas fueron a caer por accidente en un cubo que contenía leche.
Como no podían salir de aquel recipiente, lo único que les cabía hacer
era nadar y nadar sin descanso, pues se hundirían en cuanto dejaran de
hacerlo.
Después de un largo rato, una de las ranas le dijo a la otra que no podía nadar más, pero su compañera la animó, y continuaron nadando las dos, hasta que la primera, al límite de su resistencia, dejó de nadar y se hundió. La otra rana, sin embargo, siguió en su esfuerzo, hasta que toda la leche, batida por los movimientos de la rana, se convirtió en mantequilla.
Al olor de la mantequilla acudió un enjambre de moscas, y la rana vio recompensado su esfuerzo pegándose un gran festín.
Después de un largo rato, una de las ranas le dijo a la otra que no podía nadar más, pero su compañera la animó, y continuaron nadando las dos, hasta que la primera, al límite de su resistencia, dejó de nadar y se hundió. La otra rana, sin embargo, siguió en su esfuerzo, hasta que toda la leche, batida por los movimientos de la rana, se convirtió en mantequilla.
Al olor de la mantequilla acudió un enjambre de moscas, y la rana vio recompensado su esfuerzo pegándose un gran festín.
la regla de las tres P: Perseverancia, Prudencia y Paciencia
ResponderEliminarY por añadir una cosa más: Fe en Dios.