-¿Qué tal te va con tu marido?
- Bueno…, me abandonó hace unas semanas.
- ¿Sí? ¿De verdad? ¿Qué fue lo que pasó?
- Pues…, un día me dijo que me estaba poniendo gorda, así que decidí hacer gimnasia para adelgazar y conseguí perder unos kilos. Después, más tarde, me dijo que debería cuidar más mi indumentaria, hacerla más elegante, y entonces renové mi vestuario para agradarle. Otro día me comentó que le hubiera gustado que estudiase algo, para poder hablar de más temas, así que decidí estudiar enfermería. Últimamente me dijo que con el pelo largo estaría mejor, y yo me lo dejé crecer.
Hubo entonces un momento de silencio.
-¿Entonces?..., -intervino la otra amiga- ¿qué pasó entonces? Todo estaba perfecto para él, ¿no?
-Sí…, ese fue el problema, que todo era perfecto para él. Un día me dijo: “Querida, has cambiado tanto que ya no eres la misma persona de la que me enamoré”. Entonces me dejó.
Vaya un bicho!
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