Un hombre, después de atravesar un largo desierto sin probar alimento
alguno, encontró al fin un árbol a cuya sombra se tumbó. Las ramas de
aquel árbol estaban repletas de fruta, pero aquel hombre no se dio
cuenta, pues ocupaba su tiempo en lamentarse por su mala suerte, al ver
que iba a morirse de hambre. Y eso fue lo que ocurrió: entre
lamentaciones y quejas, le llegó la muerte sin ver el remedio.
La peor derrota....el desaliento.
ResponderEliminarEl mayor error.....darse por vencido