sábado, 15 de noviembre de 2014

OTRO MENDIGO MÁS.

Los vecinos del místico musulmán Farid lograron persuadir a éste de que acudiera a la Corte del Emperador y obtuviera de Akbar un favor para la aldea. Farid no estaba muy convencido de las posibilidades del emperador, pero por contentar a sus vecinos se fue a la Corte.
Cuando llegó a ella no le dejaron pasar porque el emperador Akbar se encontraba haciendo sus oraciones.
Cuando, al fin, el emperador se dejó ver, Farid le preguntó: “¿Qué estabas pidiendo en tu oración?”.
“Le suplicaba al Todopoderoso que me concediera éxito, riquezas y una larga vida”, le respondió Akbar.
Farid se volvió, dando la espalda al emperador, y salió de allí mascullando: “Vengo a ver a un emperador… ¡y me encuentro con un mendigo que es igual que todos los demás!: Sólo sabe pedir”. 

2 comentarios:

  1. En la orración se conoce a la persona. El que es una persona egoísta, que pide para él solo, del que es más desprendido, que adfemás de pedir para él, se preocupa también por los demás.

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  2. REFLEXIÓN
    Cuando nos pongamos a orar, lo primero que debiéramos de hacer, es pedir perdón por tantas cosas malas que hemos hecho, en otras palabras, por pecar y ofender a Dios. Demostrarle que estamos arrepentidos de nuestro mal comportamiento
    Después, en la oración, no se trata solo de pedir, antes de pedir, son muchas más las cosas que ya nos han concedido y por las que debiéramos dar gracias, que las que vamos a pedir.
    Y por último, en la oración se conoce a la persona: El que es una persona egoísta, que pide para él solo, del que es más desprendido, que además de pedir para él, se preocupa también por los demás.

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