El historiador Will Durant pasó gran
parte de su vida en una permanente lucha por alcanzar la felicidad.
Según su opinión, esta debería consistir en realizar cosas fuera de lo
común, dado que las circunstancias cotidianas de la vida sólo le
producían hastío y desilusión. Movido por esta inquietud de buscar lo
extraordinario, buscó la felicidad en el conocimiento, y sólo encontró
desilusiones. Luego buscó la felicidad en los viajes, y sólo encontró
cansancio. Después, en el dinero, y encontró discordia y preocupación.
Buscó la felicidad en sus escritos y sólo encontró fatiga.
Una vez, mientras esperaba un tren, vio a un hombre que llegaba a la estación y se acercaba a un banco, donde había una mujer que sostenía en sus brazos a un niño pequeño. El hombre besó tiernamente a la mujer, besó suavemente al niño para no despertarlo, y luego los tres salieron lentamente de la estación. Al presenciar aquella escena, Durant recibió el impacto que le hizo ver la verdadera naturaleza de la felicidad. Se tranquilizó y constató que todas las funciones normales de la vida encierran algún deleite.
Una vez, mientras esperaba un tren, vio a un hombre que llegaba a la estación y se acercaba a un banco, donde había una mujer que sostenía en sus brazos a un niño pequeño. El hombre besó tiernamente a la mujer, besó suavemente al niño para no despertarlo, y luego los tres salieron lentamente de la estación. Al presenciar aquella escena, Durant recibió el impacto que le hizo ver la verdadera naturaleza de la felicidad. Se tranquilizó y constató que todas las funciones normales de la vida encierran algún deleite.
ResponderEliminarEl éxito consiste en alcanzar lo que se quiere, la felicidad en disfrutar lo que se tiene.
Malgastamos nuestra vida, obstinados por alcanzar algo que, después de conseguirlo, desilusionados nos vemos porque no nos aporta lo que creíamos. Y ya de paso, durante este tiempo, hemos ido descuidando otras cosas que sí tenemos: una familia, los amigos, el trabajo, y, sobre todo, Dios, que son las cosas que si uno las dedica un tiempo, son las que realmente nos aportan la felicidad