miércoles, 11 de febrero de 2015

ATIENDE CON UNA SONRISA.

KARL ALBRECHT Y RON ZENKE

SERVICE AMERICA.

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Un hombre escribió una carta a un pequeño hotel en una ciudad del medio oeste norteamericano que planeaba visitar durante sus vacaciones.
"Me gustaría mucho llevar conmigo a mi perro. Está bien educado y sabe comportarse. ¿Me permitirían ustedes tenerlo conmigo en la habitación durante la noche?"
La respuesta del propietario del hotel fue inmediata y decía:
"Hace muchos años que trabajo en este hotel. Durante este tiempo, nunca ha venido un perro que robara las toallas, la ropa de cama o la cubertería de plata... y tampoco los cuadros de las paredes.
Jamás he tenido que llamar la atención a un perro a altas horas de la noche por estar borracho y armar escándalo, y tampoco ha venido ninguno que se fuera sin pagar la cuenta del h hotel.
Esté tranquilo; su perro será bienvenido en el hotel. Y si él se hace responsable de usted, también a usted lo recibiremos con mucho gusto. 

1 comentario:

  1. No puedo por menos de echarme a reír al leer el final del cuento. Esto, así como está escrito, es un cuento simpático que comparto: tener a un perro, u otro animal como compañía, me parece fenomenal. Otra cosa bien diferente es lo que hacen otras personas: llevar el perro a la peluquería o comprarle trajes, que nada de esto le hace feliz al animal y representa una falta de moral por parte del dueño: es un despilfarro de dinero que tanta falta hace a otras personas que lo pasan mal.

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