viernes, 1 de abril de 2016

EL CABALLO Y EL ASNO.

ESOPO.
Un caballo, orgulloso de su parafernalia fina, encontró un asno en la carretera.

El asno, que iba pesadamente cargado, caminaba despacio por el camino.

--Apenas--, dijo el caballo, --puedo yo resistir a darte una patada con mis talones, pues veo que solamente sirves para manejar cargas.

El asno mantuvo su paciencia, y sólo hizo una petición silenciosa a la justicia de los dioses.

No mucho tiempo después el caballo tuvo problemas de salud, y su dueño lo envió a trabajar a la granja.

El asno, viéndolo jalar una pesada carreta, así se mofó de él:

--¿Dónde, oh jactancioso, está ahora toda tu alegre parafernalia, y quién eres ahora reducido a la condición de cargador, a la que tan recientemente me trataste con desprecio?'

1 comentario:

  1. Uno de los peores pecados es el de la soberbia, que nos empuja a tratar con desprecio a los demás, sin darnos cuenta que nuestra vida da muchas vueltas. Y hoy puede ser que nos encontremos arriba y, a los pocos días podemos estar abajo. Y no pasaría nada si hubiéramos sido humildes siempre, pues si hemos sido jactanciosos, como al caballo también a nosotros nos pasarán cuentas.

    ResponderEliminar