lunes, 23 de marzo de 2015

SACHI

DAN MILLMAN)

Poco después del nacimiento de su hermano, la pequeña Sachi empezó a pedir a sus padres que la dejaran sola con el nuevo bebé. Como ellos temían que, al igual que la mayoría de los niños de cuatro años, la pequeña estuviera celosa y quisiera golpear o sacudir a su hermano, le dijeron que no. Pero Sachi no daba señales de celos. Era bondadosa con el bebé y pedía cada vez con más urgencia que la dejaran a solas con él. Finalmente, los padres decidieron permitírselo.
Jubilosa, la niña entró en la habitación del bebé y cerró la puerta, que sin embargo se abrió apenas, dejando una rendija, suficiente para que los curiosos padres pudieran observarla y escucharla. Entonces pudieron ver cómo la pequeña Sachi se acercaba silenciosamente a su hermano y, acercando su rostro al de él, le decía en voz baja:
-Bebé, cuéntame como es Dios, que yo ya estoy empezando a olvidarme. 
 

1 comentario:

  1. No lo sé, pero tal vez lo diga porque la niña iba dejando la edad de la inocencia y mostrando cada vez más apego por las cosas de este mundo.

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