(CUENTO SUFÍ)
El Junaid tenía un discípulo al que prefería sobre todos los demás, lo que incitó los celos de los otros discípulos. El maestro –que conocía los corazones- se dio cuenta de ello.
-“Es superior en cortesía e inteligencia, les dijo. Hagamos una experiencia para que vosotros también lo comprendáis.”
Juanid ordenó entonces que le trajeran veinte pájaros, y les dijo a los discípulos:
-“Que cada uno coja un pájaro, se lo lleve a un lugar en el que nadie lo vea, lo mate, y me lo traiga luego”.
Todos los discípulos se fueron, mataron los pájaros y los volvieron a traer. Todos… salvo el discípulo favorito, que le devolvió vivo el pájaro.
-“¿Por qué no lo has matado?”, preguntó Junaid.
-“Porque el maestro ha dicho que tenía que hacerse en el lugar en el que nadie pudiese vernos, respondió el discípulo. “Pues bien, en todas partes a donde he ido, Dios me está viendo y además estaba presente mi conciencia que me dice que no puedo matar a ningún ser vivo.”
-“¿Veis su grado de comprensión? –exclamó Junaid -; comparadlo con los demás.”
Los discípulos pidieron perdón a Dios.
El Junaid tenía un discípulo al que prefería sobre todos los demás, lo que incitó los celos de los otros discípulos. El maestro –que conocía los corazones- se dio cuenta de ello.
-“Es superior en cortesía e inteligencia, les dijo. Hagamos una experiencia para que vosotros también lo comprendáis.”
Juanid ordenó entonces que le trajeran veinte pájaros, y les dijo a los discípulos:
-“Que cada uno coja un pájaro, se lo lleve a un lugar en el que nadie lo vea, lo mate, y me lo traiga luego”.
Todos los discípulos se fueron, mataron los pájaros y los volvieron a traer. Todos… salvo el discípulo favorito, que le devolvió vivo el pájaro.
-“¿Por qué no lo has matado?”, preguntó Junaid.
-“Porque el maestro ha dicho que tenía que hacerse en el lugar en el que nadie pudiese vernos, respondió el discípulo. “Pues bien, en todas partes a donde he ido, Dios me está viendo y además estaba presente mi conciencia que me dice que no puedo matar a ningún ser vivo.”
-“¿Veis su grado de comprensión? –exclamó Junaid -; comparadlo con los demás.”
Los discípulos pidieron perdón a Dios.
Entonces voy al infierno, seguro.
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