ESOPO.
Viajaban unas gentes para cierto asunto, cuando
encontraron a un cuervo que había perdido un ojo. Volvieron hacia el
cuervo sus miradas, y uno de los viandantes aconsejó el regreso, pues en
su opinión hacerlo era lo que aconsejaba el presagio. Pero otro de los
caminantes tomó la palabra y dijo:
-¿Cómo podría este cuervo predecirnos el Futuro si él mismo no ha podido prever, para evitarlo, la pérdida de su ojo?

-¿Cómo podría este cuervo predecirnos el Futuro si él mismo no ha podido prever, para evitarlo, la pérdida de su ojo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario