martes, 15 de marzo de 2016

LA ZORRA Y EL ERIZO.

ESOPO.
 
Una zorra que nadaba a través de un río rápido fue llevada por la fuerza de la corriente a un barranco muy profundo, donde quedó durante mucho tiempo muy magullada, enferma, e incapaz de moverse. Un enjambre de moscas hambrientas que chupan sangre se habían colocado sobre ella.

Un erizo, que pasó por ahí, vio su angustia y preguntó si él debería ahuyentar las moscas que la atormentaban.

-- De ningún modo -- contestó la zorra -- por favor no las molestes.

--¿Cómo es eso? -- dijo el erizo -- ¿no quiere usted ser librada de ellas?

-- No, -- respondió la zorra -- porque estas moscas que usted ve ya están llenas de sangre, y me pican, pero muy poco, y si usted me libra de éstas que ya están saciados, otras más hambrientos vendrán en su lugar, y terminarán de beber toda la sangre que aún me queda.

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