ESOPO.
Un muchacho que se bañaba en un río estaba en peligro de ahogarse. Pidió ayuda a un viajero que pasaba por allí, pero en vez de darle una mano de ayuda, el hombre estuvo parado indiferentemente, y reprendió al muchacho por su imprudencia.
--¡Ay, señor!-- gritó el joven, --por favor, ayúdeme ahora y repréndame después.
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