...Entonces me di cuenta de que ya sé la mayor parte de lo que hace falta para vivir una vida plena, que no es tan complicado. Lo sé. Y lo he sabido desde hace mucho, muchísimo tiempo. Vivirlo... bueno, eso es otro tema, verdad? Aquí está mi credo:
Todo lo que hay que saber sobre cómo vivir y qué hacer y cómo debo ser, lo aprendí en el jardín de infantes. La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí, en el arenero. Estas son las cosas que aprendí:
-Compártelo todo. .
-Juega limpio.
-No le pegues a la gente.
-Vuelve a poner las cosas donde las encontraste.
-Limpia siempre lo que ensucies.
-No te lleves lo que no es tuyo.
-Pide perdón cuando lastimes a alguien.
-Lávate las manos antes de comer.
-Sonrójate
-Las galletitas calientes y la leche fría son buenas.
-Vive una vida equilibrada; aprende algo y piensa en algo y dibuja y pinta y canta y baila y juega y trabaja cada día un poco.
-Duerme la siesta todas las tardes.
-Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico, tómate de las manos y no te alejes.
-Permanece atento a lo maravilloso. Recuerda la pequeña semilla en el vaso.
-Las raíces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente cómo ni por qué, pero todos somos así.
-Los peces de colores, los hámsters y los ratones blancos e incluso la pequeña semilla del vaso, todos mueren. Y nosotros también.
Y entonces recuerda una de las primeras palabras que aprendiste, la más grande de todas: MIRA.
Todo lo que necesitas saber está allá en alguna parte. La regla de oro, el amor y la higiene básica. La ecología y la política. La igualdad y la vida sana. Toma cualquiera de estos ítems, tradúcelos en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y se mantendrá verdadero, claro y firme. Piensa cuanto mejor seria el mundo si todos, todo el mundo, tomásemos galletitas con leche cada tarde a las tres y después nos acurrucáramos en nuestras mantas para dormir la siesta. O sí todos los gobiernos tuviesen como política básica volver siempre a poner las cosas donde las encontraron y limpiar lo que ensuciaron. Y aun es verdad, no importa cuan viejo seas, que al salir al mundo es mejor tomarse de las manos y no alejarse.
Creo que la imaginación es más fuerte que el conocimiento.
Que El mito tiene más poder que la historia.
Que los sueños son más poderosos que los hechos.
Que la esperanza triunfa siempre sobre la experiencia.
Que la risa es el único remedio para el dolor.
Y creo que el amor es más fuerte que la muerte...
Es un cuento amplio en el que caben muchas cosas, y por supuesto, muchas de ellas muy interesantes.
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