ESOPO.
Un hombre pobre se hallaba gravemente enfermo. Viendo que
no podrían los médicos salvarle, se dirigió a los dioses, prometiendo
ofrendarles una hecatombe y consagrarles múltiples exvotos si lograba
restablecerse.
Le oyó su mujer, que lo acompañaba a su lado, y le preguntó:
-¿Y de dónde sacarás tanto dinero para cubrir todo eso?
-¿Y crees tú que los dioses me lo van a reclamar si me restableciera?-repuso el enfermo.
Le oyó su mujer, que lo acompañaba a su lado, y le preguntó:
-¿Y de dónde sacarás tanto dinero para cubrir todo eso?
-¿Y crees tú que los dioses me lo van a reclamar si me restableciera?-repuso el enfermo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario