ESOPO.
- No andes atravesada y no roces tus costados contra la roca mojada, - decía una langosta a su hija.
-Madre, - repuso ésta, - tú, que quieres instruirme, camina derecha y yo te miraré y te imitaré.
- No andes atravesada y no roces tus costados contra la roca mojada, - decía una langosta a su hija.
-Madre, - repuso ésta, - tú, que quieres instruirme, camina derecha y yo te miraré y te imitaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario